miércoles, 29 de mayo de 2013

Redescubrir la noche
la insomne
insolencia
de abrir los ojos, cuando todos los cerráis.
Almas,
viejas,
que te harán ver el brillo a las constelaciones que habitan en tu vacío.
Llenar el vacío con más vacío.
Con olvido.

Redescubrir que quedan noches,
de cigarro y sábanas,
que no han de acabarse.
No me destierres de tu cama.
No me niegues a la magia

Y quedan cerezas,
 de tu pequeño mundo, niña.
Y quedan muchos kilómetros que recorrer, guitarra en alza,
armónica al viento.

Esta condena,
te la voy a quitar a bocados.
No te preocupes my dear,




No hay comentarios:

Publicar un comentario