sábado, 28 de septiembre de 2013

aquí

Aquí el otoño no llega,
ni un viento frío,
que haga buscar calor;
ni una lluvia,
que riegue esa marchita hierba amarillenta.

Aquí sólo hay desierto,
que se congela al anochecer.
Sólo criaturas escondidas en una arena muerta,
que emergen para devorarse mutuamente.

Aquí la salvación no llega.
La purificación no nos alcanza,
en forma de diluvio
que limpie la ciudad baldía.

Aquí, nos secamos eternamente bajo un sol abrasador que no perdona nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario