El primer rastro de viento acaba conmigo. No hay mantas de tu piel para combatirlo. Tengo frío en el cuerpo y en el alma. Necesito calor y caricias, cigarrillos boca contra boca.
Me fumaría hasta el último verso del planeta. Quiero unos labios que reciten, al compás de los muelle de la cama.
Corazón y lluvia Mis poetas se han esfumado. Solo me quedan hojas en blanco. Ya no sirvo de musa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario